¿Puedo tomar el sol si tomo medicación para EII? Te explicamos cómo hacerlo para evitar reacciones de fotosensibilidad
Se acerca el verano y con ello empieza la temporada de alta exposición solar, por lo que muchas personas, como nuestros pacientes, se preguntan «¿puedo tomar el sol si tomo medicación para EII?».
En este artículo hablamos de la compatibilidad de tomar el sol bajo un tratamiento para la Enfermedad Inflamatoria Intestinal. Si bien es cierto que toda la población debe aplicar ciertas medidas de prevención de daño por la exposición al sol, en aquellas personas que se encuentran bajo tratamiento farmacológico se deben tener en cuenta las características de estos medicamentos.
Algunos de ellos son fotosensiblizantes, lo que significa que pueden producir reacciones de fotosensiblidad en quien los toma. Esto quiere decir que pueden ocasionar respuestas cutáneas anormales producidas por la interacción entre un agente químico fotosensibilizante, como algunos fármacos, y la radiación ultravioleta (UV) del sol.
Medicamentos fotosensiblizantes
Existen muchos fármacos de uso común que pueden provocar este tipo de reacciones. El Consejo de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) proporciona un listado de medicamentos fotosensibilizantes, aunque se debe tener en cuenta que esta lista está en continua revisión y actualización. Una manera de saber si nuestros medicamentos son fotosensibilizantes también es buscar en el envase un símbolo que alerte de de ello.
Respecto a la medicación que solemos prescribir desde la consulta, hay que prestar especial atención al sol si se está tomando IMUREL(Azatioprina).
Cómo prevenir aparición de reacciones de fotosensibilidad
Hasta un 60-75% de los pacientes con Enfermedad de Crohn y hasta un 55% de los pacientes con Colitis Ulcerosa presentan un déficit de vitamina D. Una vitamina cuya mayor parte proviene de la producción a partir de la radiación ultravioleta recibida por el sol.
Si bien es cierto que por la alta frecuencia de tratamientos inmunosupresores a lo largo de la evolución de la EII, se debe evitar una exposición excesiva a la radiación ultravioleta en “todos” los pacientes con estas enfermedades, es necesario conseguir los niveles apropiados de vitamina D. El objetivo, por tanto, es conseguirlos sin asociar los efectos nocivos de la radiación ultravioleta.
Desde G-EducaInflamatoria, la plataforma educativa en EII de GETECCU, se establece una serie de medidas de prevención solar que los pacientes deben aplicar para poder tomar el sol:
Evitar exposición la exposición al sol entre las 12:00 y las 16:00, horas de máxima radiación ultravioleta.
Usar prendas de vestir como camisetas, gorros y gafas para protegerse del sol.
Evitar las cabinas de bronceado.
Aplicar correctamente cremas con factor de protección solar muy alto, entre 30 y 50; y que contengan filtros para rayos UVA y UVB.
Para que los protectores sean efectivos debes seguir las siguientes pautas:
Usa la cantidad suficiente cubriendo toda la superficie corporal. No olvides zonas como orejas o el cuerlo cabelludo en el caso de los niños pequeños.
Aplica los productos siempre con la piel seca. Si la piel está mojada, las gotas funcionan como una lupa y aumentan el riesgo de que se produzcan quemaduras.
Realiza la primera aplicación al menos 30 minutos antes de exponerse al sol.
Durante la exposición solar reponga el fotoprotector después de cada baño prolongado (más de 20 minutos) o cada dos horas.
Emplea fotoprotectores resistentes al agua y repóngalos después de cada baño superior a los 20 minutos
El tratamiento biológico ha supuesto una revolución en el control de la EII, te contamos más sobre estos fármacos
El tratamiento biológico ha supuesto una auténtica revolución en el control de la enfermedad inflamatoria intestinal, por eso es importante que nuestros pacientes conozcan más sobre ello y no se encuentren en un mar de dudas al respecto.
Los fármacos biológicos han demostrado una mayor eficacia que otros fármacos, facilitando un menor uso de corticoides, menos recaídas de la enfermedad, menos hospitalizaciones, etc. Son fármacos que se ha demostrado que preservan nuestro intestino.
No son específicos para una determinada enfermedad, y se utilizan en otros procesos autoinmunes donde se puede producir inflamación a otros niveles, así como en el manejo de algunas manifestaciones extraintestinales asociadas a la enfermedad inflamatoria intestinal (articulares, oftalmológicas, dermatológicas).
Toda la información reciente, actualizada en el 2023, se puede encontrar disponible en la web de G-Educainflamatoria, la plataforma educativa en enfermedad inflamatoria intestinal de GETECCU. Aquí, distintos profesionales de las Unidades de EII explican más sobre el tratamiento biológico, tanto en lo referente a su administración como sus riesgos y beneficios, así como su relación con infecciones y tumores.
Un tratamiento no farmacológico con efecto inmunológico… ¿Qué efecto tiene la GMA?
El doctor Guillermo Bastida explica en este vídeo de una de sus conferencias información relevante sobre los distintos usos de la GMA, un tratamiento farmacológico con efecto inmunológico que se utiliza en pacientes con enfermedad de Crohn y, sobre todo, con Colitis Ulcerosa.
La colitis ulcerosa (CU) se caracteriza por la ulceración de la mucosa , el sangrado rectal, la diarrea y el dolor abdominal. El tratamiento de la CU ha evolucionado en las últimas décadas con el desarrollo de múltiples agentes biológicos. Los tratamientos farmacológicos actuales para la CU incluyen salicilatos (5-ASA), corticosteroides, tiopurinas (azatioprina), antagonistas contra el factor de necrosis tumoral (TNF)-α, anti-integrinas α4β7 y moléculas pequeñas inhibidoras de múltiples citocinas (inhibidores JAKs).
Sin embargo, también existen tratamientos no farmacológicos aprobados desde hace más de 20 años como lo es la GMA. A lo largo de estos años, su uso ha evolucionado con la aparición de cada nuevo tratamiento farmacológico. En esta conferencia el Dr. Bastida revisa las evidencias que apoyan los diferentes usos de la GMA, así como también la evolución de su papel en el tratamiento de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal y su posicionamiento actual.
Tofacitinib, upadacitinib y filgotinib son fármacos inhibidores de las JAK-Kinasas aprobados en el tratamiento de la Colitis Ulcerosa
Los fármacos llamados inhibidores de las JAK-Kinasas son medicaciones orales ya aprobados para su uso en brote moderado y grave de Colitis Ulcerosa refractaria a los tratamientos convencionales. Tofacitinib (Xeljanz) fue aprobado en el año 2018 por la EMA (Agencia Europea del Medicamento). Filgotinib (Jyseleca) se aprobó en noviembre de 2021. Upadacitinib (Rinvoq) fue aprobado en julio de 2022.
Los inhibidores de las JAK-Kinasas son moléculas pequeñas con una estructura química sencilla, con lo cual están exentas del fenómeno de la inmunogenicidad. Es decir, no hace falta medir niveles para conocer si las dosis utilizadas son las adecuadas. Ello los diferencia de los anticuerpos monoclonales (anti-TNF, anti-IL12, 21, anti-integrinas). También la vía de administración es diferente. Los anticuerpos monoclonales se utilizan por vía intravenosa o subcutánea y los inhibidores de las JAK-Kinasas pueden utilizarse por vía oral.
Recomendamos para una mejor comprensión de su mecanismo de acción y de sus efectos secundarios consultar la página de G-Educainflamatoria, de la cual está extraída la imagen superior. Para más información sobre los inhibidores de las JAK-Kinasas y todos los fármacos utilizados en el tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal recomendamos a todos nuestros pacientes visitar la sección específica para ello en la página de G-Educainflamatoria.
Más información sobre fármacos para la enfermedad inflamatoria intestinal en este artículo de nuestra web.
El doctor Guillermo Bastida participa durante la 33 reunión GETECCU en el simposio satélite Kern Pharma para tratar el tema del uso del infliximab subcutáneo
El pasado jueves 29 de septiembre dio comienzo la 33 reunión nacional de GETECCU, que tuvo lugar en Madrid hasta el día 1 de octubre. A lo largo de las tres jornadas del encuentro, varios miembros del equipo de Enfermedad Inflamatoria Intestinal del hospital La Fe realizaron distintas intervenciones. El doctor Guillermo Bastida participó como ponente en el simposio que trató el uso del infliximab subcutáneo.
El infliximab subcutáneo (Remsima) es un tratamiento aprobado para la enfermedad de Crohn y la Colitis Ulcerosa y se administra con una jeringa cada 2 semanas. Tras una primera enseñanza por parte de enfermería, el paciente puede administrarse la medicación, lo que aumenta su autonomía.
Comenzó a utilizarse en Europa durante la pandemia Covid tras una aprobación rápida por parte de las agencias reguladores del uso de fármaco. Esto se debió a que evitaba las visitas al hospital de día. Una importante diferencia con las distintas formulaciones de infliximab de las que se disponía previamente, que eran intravenosas.
En estos momentos existen ensayos clínicos que avalan la eficacia y seguridad del infliximab subcutáneo en la enfermedad inflamatoria intestinal. Tanto del inicio del infliximab intravenoso en inducción (en el momento del brote) en tres dosis, normalmente en semanas 0, 2 y 6, como del mantenimiento con infliximab subcutáneo cada 2 semanas. La pauta o los intervalos de tratamiento, así como la dosis, pueden personalizarse en función de los síntomas, los datos de las exploraciones y pruebas complementarias.
En el simposio de GETECCU se trataron temas candentes sobre la farmacocinética (lo que el organismo le hace al fármaco) y farmacodinamia (lo que el fármaco le hace al organismo).
También se habló del significado de los niveles y de las lagunas que todavía tenemos, puesto que la experiencia con el fármaco es limitada.
Más de 150 farmacéuticos focalizados en la atención a los pacientes con enfermedades inmunomediadas han asistido a la reunión de FARMA-IMID
El pasado jueves 22 de septiembre tuvo lugar en Madrid la reunión de FARMA-IMID, promovida por la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH). En este evento se reunieron más de 150 farmacéuticos focalizados en la atención a los pacientes con enfermedades inmunomediadas. El doctor Guillermo Bastida fue invitado como gastroenterólogo experto en el manejo de pacientes con Enfermedad Inflamatoria Intestinal.
El tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) se ha desarrollado mucho en los últimos tiempos, sobre todo desde la generalización de los tratamientos biológicos. Hasta la fecha, se dispone de múltiples biológicos y moléculas pequeñas para el tratamiento de la EII. A pesar de estas abundantes opciones terapéuticas, una respuesta subóptima a la terapia médica (debido a la falta de respuesta primaria, pérdida secundaria de respuesta o intolerancia a los tratamientos actualmente disponibles), sigue siendo un problema importante para una proporción de pacientes.
El conocimiento cada vez mayor de la fisiopatología de la EII ha llevado al desarrollo de una multitud de nuevas terapias que pueden ser capaces de abordar esta necesidad médica no satisfecha a medio plazo.
Terapias emergentes para la EII
El Dr. Bastida ha realizado una actualización de las terapias emergentes para la EII, su mecanismo de acción y los resultados de los últimos estudios en términos de eficacia y seguridad. La exposición se centró sobre todo en los fármacos que actualmente se encuentran a punto de salir al mercado y que incluso ya están disponibles para otras patologías autoinmunes (reumatológicas o dermatológicas).
Los mecanismos a los que se dirigen estas nuevas opciones terapéuticas incluyen anti-IL, nuevos inhibidores de JAK, terapias que interfieren con el tráfico de células T, como las antiintegrinas (que evitan la migración de linfocitos de los vasos sanguíneos al intestino) o la esfingosina-1-fosfato (S1P) moduladores (bloqueadores de linfocitos en los ganglios linfáticos) y agonistas de los receptores tipo toll (TLR), entre muchos otros.
A lo largo de su exposición discutió tanto los datos de eficacia como de su seguridad, aspecto cada vez más importante a la hora de proponer un tratamiento. Además, la discusión se centró en inferir sobre cuál será el posicionamiento de las nuevas moléculas en el tratamiento de los pacientes con Enfermedad Inflamatoria Intestinal, aspecto que será en el futuro próximo uno de los temas más interesantes y controvertidos debido al aumento de opciones terapéuticas de las que se va a disponer
El Dr. Guillermo Bastida participa en la reunión anual GEICYL con una ponencia sobre la monitorización terapéutica (TDM) de los fármacos no anti-TNF
El pasado viernes 16 de septiembre se celebró la reunión anual GEICYL (Grupo de Enfermedad Inflamatoria de Castilla y León) en la que varios profesionales participaron en debates y ponencias. Entre ellos, el doctor Guillermo Bastida, responsable de docencia del grupo de Enfermedad Inflamatoria Intestinal del hospital La Fe, cuya intervención trató sobre la monitorización terapéutica de los fármacos no anti-TNF.
La monitorización terapéutica de fármacos (TDM, por sus siglas en inglés) ha surgido como una estrategia para la optimización del tratamiento en la enfermedad inflamatoria intestinal para maximizar el beneficio y alcanzar criterios de valoración más estrictos y objetivos.
Las concentraciones óptimas del fármaco en la enfermedad inflamatoria intestinal varían según el objetivo del tratamiento, el fenotipo de la enfermedad, la carga inflamatoria y el momento de la toma de muestras durante el ciclo de tratamiento.
El Dr. Bastida compartió en la reunión que tuvo lugar en Valladolid su visión sobre la monitorización de los nuevos fármacos no anti-TNF, en un foro al que asistían grupos punteros en España que lideran la investigación sobre este tema como el grupo del Dr. Fernando Muñoz del Hospital Universitario de Salamanca.
Durante su charla también se discutió sobre la TDM reactiva frente a la proactiva , identificando lagunas en la evidencia actual.
Finalmente, durante la discusión se trataron muchos temas de cómo, en un futuro, la forma en que usemos la TDM puede contribuir aún más al objetivo del tratamiento personalizado en pacientes con EII.
Anteriormente en el blog pudisteis leer otro artículos sobre las terapias biológicas, que al ser uno de los más consultados de esta web, aprendimos mucho de vuestras dudas e inquietudes respecto a este tipo de tratamientos y lo mucho que os interesan. Por eso vamos a ampliar la información de ese artículo con nuevas entradas en la web, que ofrecerán información sobre nuevas dianas terapeúticas usadas en el tratamiento de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal
Para comenzar en este nuevo artículo sobre terapias biológicas hemos contado con la colaboración en su redacción, de Noelia Cano, enfermera especialista en Enfermedad Inflamatoria Intestinal (a la que podéis conocer un poco más al final del artículo), la que a través de este texto, nos explicará qué es, cómo se administra y aspectos a destacar de uno de los fármacos de reciente aparición para el tratamiento de la Enfermedad de Crohn: el Ustekinumab. Fármaco, quizá más reconocido entre los pacientes por su nombre comercial: Stelara.
Como explicamos en el artículo «Tratamiento Biológico: un mar de dudas», los fármacos biológicos son moléculas complejas derivadas de fuentes vivas bien sean seres humanos, animales o microorganismos.En el caso de Ustekinumab (Stelara), el fármaco participa en la regulación de la inflamación y respuesta inmunitaria de los linfocitos T bloqueando mediadores que los activan llamados interleuquinas, en concreto la IL-12 e IL-23.
Diapositiva cedida por la Dra Pilar Nos
Nuevas moléculas, nuevas oportunidades
Es cierto que la explicación bioquímica y celular de lo que pasa en nuestro organismo es muy compleja y difícil de entender, pero hemos querido compartir la imagen superior porque debemos quedarnos con la IDEA POSITIVA de que existen nuevos fármacos que actúan contra la inflamación desde «otros sitios», pudiendo bloquear con estas nuevas moléculas causantes de la respuesta exagerada del propio sistema inmunitarioque perpetúa la inflamación e intentar modificar así la respuesta y curso de la enfermedad, en el caso del Ustekinumab de la Enfermedad de Crohn.
Este hecho constituye un importante paso adelante para aquellos pacientes que no habían respondido a terapias anteriores, o como alternativa terapeútica en caso de fracaso a antiTNF o contraindicaciones por la que no poder usar otros fármacos biológicos.
Indicaciones del tratamiento biológico con Ustekinumab (Stelara)
El Comité de Medicamentos para Uso Humano de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, en sus siglas en inglés) aprobó en noviembre de 2016 la comercialización del USTEKINUMAB(Stelara) para la indicación de tratamiento en adultos con Enfermedad de Crohn activa de moderada a grave.
Este fármaco ya se encontraba anteriormente indicado en otras patologías. Autorizándose en la Unión Europea en enero de 2009 para la psoriasis en placas en adultos. En 2013 se amplió la indicación a artritis psoriásica y en 2015 obtuvo la autorización para psoriasis en placas en población pediátrica .
Diapositiva cedida por Noelia Cano
Presentación
Se presenta bajo dos formas farmacéuticas diferentes:
• Vial que contiene 130 mg de concentrado para solución para perfusión.
• Viales o jeringas precargadas de 45 mg o 90 mg para inyección subcutánea.
La pauta terapéutica recomendada de Ustekinumab (STELARA)
Comienza con una dosis de inducción inicial (~6 mg/kg) administrada mediante una única infusión intravenosa (IV). La duración de este gotero es de aproximadamente 1 hora y no precisará como regla general de pre-medicación.
La primera administración subcutánea (SC) de 90 mg de STELARA debe realizarse 8 semanas después de la dosis intravenosa. Se realizará en la consulta de enfermería especializada, si es posible disponer de ella.
Después de la primera administración subcutánea, según situación clínica y evolución del paciente:
– Se recomienda administrar una dosis SC cada 12 semanas.
Los pacientes que no hayan presentado una respuesta adecuada 8 semanas después de la primera dosis SC pueden recibir una segunda dosis SC en ese momento.
Los pacientes con pérdida de respuesta con la administración cada 12 semanas pueden beneficiarse de un aumento de la frecuencia de las dosis a una vez cada 8 semanas.
Posteriormente, pueden recibir las dosis cada 8 semanas o cada 12 semanas, según el criterio médico-clínico.
¿Cómo se debe administrar este tratamiento?
Es importante que tanto profesionales sanitarios como pacientes conozcan la posología de este fármaco, es decir, la dosis y vía de administración del mismo.
La primera dosis, se realizará en el hospital de día de forma intravenosa a través de un gotero, mientras que las posteriores dosis se administrarán ambulatoriamente de forma subcutánea mediante una jeringa precargada.
En esta fase, es muy importante una buena educación por parte de la enfermera responsable, transmitir al paciente y familiares, si procede de cómo se inyectan las jeringas, comprobando siempre el correcto aprendizaje del paciente. También se debe instruir en aquellas alertas ante las que se deben consultar con los profesionales de la Unidad de EII.
Como se observa en la imagen su aplicación es fácil, pero conviene hacer un recordatorio en la consulta de las zonas de punción, la preparación de la piel y la técnica a utilizar. Repasando estos puntos y otros, siempre que el paciente lo precise.
Diapositiva cedida por Noelia Sanz
Respuesta y Seguridad
Durante los años previos de uso en otras patologías se pudo evaluar la eficacia y la seguridad del mismo en práctica clínica habitual. Gracias a esta experiencia acumulada, se ha confirmado que el perfil de seguridad de ustekinumab frente a eventos infecciosos demuestra un riesgo similar a placebo y equiparable a la población general en cuanto a incidencia absoluta, infecciones severas y requerimientos de antibioterapia adicional. Este comportamiento inicial se confirma durante el seguimiento a 3 y 4 años en pacientes con psoriasis moderada a severa.
En la Enfermedad de Crohn se obtendrá más información sobre la seguridad del uso a largo plazo de ustekinumab cuando se obtengan los datos de los estudios post-comercialización, actualmente en marcha, y que se
han incluido dentro del plan de gestión de riesgos como actividad adicional de Farmacovigilancia.
Diapositiva cedida por la Dra Nos
En conclusión…
En cualquier caso, parece que el Ustekinumab se ha posicionado como una opción terapéutica alternativa eficaz para ayudar a las personas con Enfermedad de Crohn a controlar sus síntomas, y los datos clínicos de los estudios existentes hasta el momento demuestran unas tasas altas de respuesta y remisión clínicas en los pacientes en los que es apropiado el tratamiento biológico.
Se trata un fármaco muy seguro con riesgo de infecciones y neoplasias muy bajo. No obstante, después de su administración, ante cualquier reacción local (enrojecimiento, picor, erupción cutánea…) o dudas, el personal de su Unidad de EII estará como siempre disponible para atenderle.
Noelia Cano es Doctora en Enfermería
Enfermera colaboradora Unidad Enfermedad Inflamatoria Intestinal en el Complejo Asistencial Universitario de León
Miembro de la junta de GETEII y del comité científico AEEPD. Colaboradora ACCU España